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Santa Ana ganaba el partido, pero una pena máxima cobrada por Alberto Toril al minuto 90 provocó que el marcador cerrará 1-1.

El árbitro principal, Roger Vindas, señaló el penal tras una jugada sobre el manudo Bryan Oviedo, aunque los silbateros en la sala del VAR no estuvieron de acuerdo con la decisión.

Según los árbitros del VAR, la acción no ameritaba penal. Consideraron que se trató de un contacto normal producto de la disputa del balón, ya que ningún futbolista logró jugarlo. Sin embargo, Vindas sostuvo que sí existió contacto.

“Yo sé que es leve, pero hay una patada”, expresó Vindas.

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